El jardín de los cerezos

Obra teatral de honda carga humana y tono a la vez melancólico y sardónico, esta tragicomedia explora la transformación social, la fragilidad de la memoria y la herida que deja el paso del tiempo. Con una mezcla de ironía y ternura, plantea preguntas sobre identidad, pertenencia y el choque entre pasado y modernidad sin recurrir a golpes teatrales, sino a través de pequeñas verdades cotidianas. La fuerza reside en sus personajes inolvidables, el diálogo preciso y la atmósfera lírica que Chekhov consigue con aparente sencillez. Ideal para quienes aprecian el teatro psicológico y la literatura que observa la vida con compasión crítica: una lectura (y un montaje) que invita a pensar y a sentir mucho después de cerrarse el telón.